Walter Bedregal. Aquí no falta nadie. Antología de poesía puneña (LagOculto, 2008)
En plena era de la globalización y de las comunicaciones instantáneas, resulta increíble lo poco que los limeños sabemos del resto de nuestros compatriotas. Y no sólo en lo político y económico, como han mostrado los sucesos de las últimas semanas, sino en todos los ámbitos. En literatura, por ejemplo, es muy difícil que un libro publicado en provincias llegue a difundirse en Lima o que sea comentado en los medios capitalinos. No lo logró Aquí no falta nadie. Antología de poesía puneña (LagOculto Editores, 2008), libro muy bien editado y elegido, en una encuesta virtual, como la “Mejor antología poética del 2008”.
El periodista y escritor Walter Bedregal (Tacna, 1965) es el responsable de la selección de autores, textos y prólogo de esta antología que se inicia con Alejandro Peralta (1899-1973), uno de los más reconocidos escritores vanguardistas y cuya obra poética ha sido reeditada hace poco. Alejandro y su hermano Arturo (quien usaba el seudónimo de Gamaliel Churata) fueron el núcleo del grupo Orkopata y la importante revista Boletín Titikaka, sin duda el mejor momento de la literatura de la región. Sin embargo, Churata no figura en esta antología. Una omisión imperdonable, especialmente por el categórico título del libro.
De las dos siguientes generaciones de escritores (las llamadas del 30 y del 50) se incluye sólo a dos poetas: Carlos Oquendo de Amat (1905-1936) y Efraín Miranda (1927). Los otros 18 escritores antologados pertenecen a promociones más recientes, con una mucho mayor presencia de los más jóvenes. Acaso el propósito del libro haya sido precisamente ése: dar a conocer a un interesante grupo de doce poetas puneños, o que radican en esa región, nacidos entre mediados de los 60’s y 1974. Una generación sumamente productiva (han publicado numerosos libros y revistas), a la que pertenece el propio Bedregal.
A la ausencia de Churata se suman otros problemas, especialmente la desigual calidad de los textos y el extenso (26 páginas) y caótico prólogo. Bedregal se esfuerza en citar teorías y pensadores de moda (Genette, Deleuze, Guattari) pero su texto, entre el ensayo y la prosa poética, tiene errores –p. e. hace de Poe un escritor surrealista (tal vez se trata de una “licencia” poética)– y traspiés como “el arte posmoderno… utiliza un modo de hacer particular conforme al denominado estilo posmoderno” (p.20), entre muchos otros. En fin, el viejo “provincianismo”, que es algo así como la contraparte del tan cuestionado “centralismo” limeño.
Fuente: larepublica.pe/blogs/libros/category/antologia/
Diario La República
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