lunes, 19 de abril de 2010

Día del poeta: Ser poeta en el Perú


Escribe: Boris Espezúa Salmón

Todos los quince de abril se conmemora el día del poeta, con seguridad una gran mayoría lo ignoramos, pero es bueno preguntarse ¿Quién es el Poeta? ¿Por qué tendría su día conmemorativo? Las respuestas se remontan a los misterios y tiempos más antiguos, cuando el hombre empezó a registrar su cosmovisión ya sea en iconografías o símbolos, donde se puede encontrar muestras de recreación de su universo y su individualidad. Con el advenimiento de la escritura mejor aún se tiene registros de Homero, Píndaro, luego de Aristóteles que hacían y hablaban de la Poesía como una actividad siempre heroica, genuinamente humana, enriquecedoramente artística, incomprendida y marginal, privativa de ciertas personas que producían belleza con la palabra. Por eso se dice que el Poeta es quien tiene el talento consecuente de mostrar la palabra expresada con estética, para producir efectos sugestivos, reflexivos y de sorpresa lúdica en los lectores. Es una actividad de creación, de involucramiento con la invención cerebral y estimativa del hombre donde no sólo lo racional actúa, sino lo más interno de nuestro ser. Por eso que la poesía no es sólo deleite, sino toma de conciencia. El poeta es ese granuja que dice o pronuncia lo impronunciable para el común de las personas, y hace que los lectores lo sientan en toda su estructura psicoemotiva.

Los poetas con seguridad nunca pidieron ser celebrados, con excepción de los ególatras. Sin embargo por estar en el mes de las letras que en el hemisferio occidental se celebra en vinculación a las letras castellanas, que tiene como epicentro a Cervantes como artífice, es que por feliz coincidencia han nacido y han fallecido en este mes nuestros mayores escritores-poetas, y por lo tanto tiene justificación la conmemoración del 15 de cada mes de abril en que se ha consagrado esta fecha versal. La poesía es una actividad que hasta produce escarnio en la gente menos cultivada, es sinónimo de debilidad, de vulnerabilidad para muchos, que poco entienden de arte y de cultura, y no son cultivados en sensibilidad artística, pero que si lo entendieran mejor sabrían que el papel del poeta es el papel de todo aquél que está comprometido con la responsabilidad de construir una nueva sociedad a través de sus propuestas de mejores condiciones de entender y vivir la vida, y darle una salida con seguridad más humana a los problemas inmateriales que es también muy importante, de impulsar más cohesión social. Ese ha sido el derrotero de la historia de la literatura universal hasta nuestros días que ha permitido la inmolación de personas que han dado su vida por un mensaje redimitivo a la humanidad, bastaría para ello citar a Vallejo, nuestro compatriota para ejemplificar esta verdad. La poesía es una actividad tan viril, valiente y de sacrificio social que es inimaginable como se puede alzar un poeta contra toda adversidad social, cuando se opta por serlo y con ese compromiso visceral decidir enfrentarse a la marginalidad, al desdén del Estado, a la falta de apoyo social e institucional, y saber que es más probable que salga perdiendo en una empresa nada rentable, o utilitarista donde sólo un descabellado puede optar por ser transgresor de la convencionalidad equívoca de creer que se puede tener cultura y desarrollo prescindiendo del arte y de la cultura. Pero, quien decide asumir con convicción la poesía lo hace como decía Rilke llevado primero por una necesidad personal y segundo por una necesidad sociocultural de lo cual se puede preciar un país de tener cultura, subjetividad viva, arte y pensamiento a flor de piel.

Qué del día del poeta en la región de Puno, que se precia de ser cuna de sus exponentes artísticos, no debiera pasar desapercibido, porque si quisiéramos asumir como verdad el cliché de: “tierra de artistas y poetas” debiéramos hacer carne de esa singularidad, para tener ese día, que es una vez al año, la oportunidad de estimular y reconocer a quienes esculpen la palabra, y que forjan una historia muy elevada de la tradición poética en Puno, superior a las demás provincias del Perú e inclusive superior al mismo Lima. De lo bueno que tenemos hay que seguir apoyando, fortaleciendo, ello, como ahora repercutirá para que conjuntamente con nuestro acervo en música, danza, pintura, Puno, siempre siga en el pedestal de ser un referente cultural importante en Latinoamérica, que ese es la razón central que da razón de ser para todo tipo de destino turístico, cultural, folklórico que pretendemos ser. ¿Sin el alimento cultural y su pasado histórico, qué somos los puneños? ¡Salud poetas! ¡Qué viva eternamente la poesía!

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