lunes, 5 de diciembre de 2011

Un poeta entrañable


Hace varios años Simón Rodríguez era un pata generoso, tierno y muy alegre, siempre más preocupado por los demás que de sí mismo. Es obvio que, a partir de su decidido apoyo a los movimientos revolucionarios de Latinoamérica, hubo una injusticia esencial en el tratamiento dispensado a Simón, si no fuera por ello ahorita estaríamos incluyendo toda una nómina de premios tan perseguido por sus colegas poetas. No es fácil asumir definidas posiciones de izquierda, y también que, siendo un escritor de temas abstractos (los sueños sirven hoy frecuentemente para escabullirse de la comprometedora realidad), se vinculara tan estrechamente a muy concretas reivindicaciones del mundo real, (generalmente lejos del mundo de los poetas), a tantas angustias de la América Pobre.

Desde sus primeros poemas Simón demostró ser un escritor de primer rango, todo cuanto publicó a partir de la asunción de su compromiso político tenía un altísimo valor artístico. La verdad es que el peor de los textos de Simón significaría, sin duda, un extraordinario progreso en la trayectoria de algunos de sus prolíficos contemporáneos y también sus mayores. Desde el comienzo me agradó en sus poemas la difícil relación metáfora-imagen-realismo, decisivo ingrediente de su tensión interior y también de su indeclinable ejercicio de poeta comprometido. Los recursos literarios usados por él son meras prolongaciones de lo real, o sea, que la metáfora, lo increíble no parte de una raíz inverosímil, sino que proviene de un dato absolutamente creíble y verificable en la realidad. Su último texto, propone un doble disfrute para todos nosotros. Por un lado, el rigor artístico. Creo que es la lección más contundente y transmisible acerca de cuáles deben ser las prioridades para alguien que pretende hacer literatura. En ese sentido, Espíritu del alba puede ser disfrutada en varias zonas, a saber: la conformación técnica, el retrato de mensajes, el estilo sugerente, la alerta sensibilidad para las peculiaridades del lenguaje andino castellano, la sutil estrategia de palabras e imágenes. Ese contenido se brinda al lector en un impecable envase. Es un libro que compensa con creces la lectura. Su poesía es una actitud generosa, la sincera preocupación por su nación y su tiempo, en una entrega de talento y de energías.
OLLANTA ¿SINDROME DE ESTOCOLMO?

por Duilio de la Motta C

Como se sabe, en Estocolmo 1973, se efectuó un asalto bancario donde un periodista fotografió a uno de los asaltantes besando a una de los rehenes. Desde esa fecha quedó en los anales del periodismo y la sociedad, que este secuestro, desde la perspectiva psicológica puede ser una respuesta extrema de vulnerabilidad del rehén ante el secuestrador. Pongo éste suceso en relación a lo manifestado por algunas personas calificando que “Ollanta Humala está secuestrado por la derecha”. Traduciéndolo a la realidad peruana ha surgido un noviazgo entre Ollanta y la derecha, lo cual nos ha motivado hacer un análisis de este hecho, para que la comunidad tenga un conocimiento al respecto y pueda sacar conclusiones de lo que está haciendo Ollanta.



Saludando al Rey. Humala nuevo virrey del Perú.
¿FUE MILITANTE DE IZQUIERDA O PROGRESISTA OLLANTA HUMALA?
Ollanta desde su nacimiento no tuvo una vida difícil ni relacionada a la izquierda, tal vez escuchó, alguna vez, discusiones de sus padres sobre la situación política del país, quienes si tenían relación con algunos miembros del Partido Comunista Peruano PCP. Para comenzar sus estudios los hizo en el colegio Franco Peruano, eso demuestra que no tuvo carencia alguna, ni vida sacrificada en torno a una causa. Después de un breve paso por la Agraria ingresó en la Escuela de oficiales del ejército en el arma de artillería, en 1983 es enviado a la Escuela de las Américas y se especializa en la Guerra de Baja Intensidad con otros compañeros de promoción. El 29 de octubre del 2000 con 62 personas y su hermano Antauro inicia un levantamiento en Locumba pidiendo el retorno a la constitucionalidad denunciando a la mafia Fujimori- Montesinos. No tuvo éxito y fueron detenidos en el Real Felipe. El 24 de diciembre del 2000 fue amnistiado, continuando su carrera militar. Estando como agregado militar en Corea es pasado al retiro, tiempo en que se dedica a formar el Partido Nacionalista con el apoyo de izquierdistas sin partido. En el 2006 pierde las elecciones por estrecho margen debido a la campaña de la derecha, la plutocracia y los medios de comunicación. Desde esa fecha busco mantener vigencia política tratando que los partidos de izquierda apoyen sus objetivos. Con el trabajo de la izquierda y la gente progresista, sumado a un pueblo que reclamaba el cambio obtuvo el triunfo. Queda claro que Ollanta Humala nunca milito en algún partido de izquierda, no fue progresista y menos se declaró como marxista, solo utilizó a la gente de esos sectores. Se podía notar en su trajinar un oportunismo de izquierda.

¿CUANDO COMENZÓ A DEMOSTRAR SU VERDADERO ROSTRO?
Debemos dejar en claro que su programa no era revolucionario, solo iba a limpiar el sistema corrupto. Para la gente honesta, esto fue más que suficiente para apoyarlo, sin duda alguna era un gran paso para solucionar en el futuro los problemas del país. Los otros candidatos representaban a la plutocracia, al margen de ser corruptos y mafiosos. Para tener una idea cuando demostró su oportunismo de izquierda, es necesario considerar lo siguiente:
Nunca quiso tener una escuela de cuadros para la viabilidad, continuidad y dirección del proyecto,
El Partido Nacionalista solo es gente honesta que quiere el cambio de la sociedad, nunca quiso que sea el sistema nervioso que vincule con el pueblo.
La rápida aceptación de la HOJA DE RUTA, un compromiso con la derecha que imponía la continuidad del sistema, castrando lo mejor de su programa de gobierno,
La ratificación de Julio Velarde, hombre de la plutocracia, como presidente del Banco Central de Reserva,
La nominación de un gabinete ministerial sin la gente que hizo el programa y lo apoyó,
No tiene intención de reorganizar el aparato corrupto del estado,
No tiene un plan definitivo para terminar la pobreza en las barriadas y el campo,
No considera la industrialización del país como opción de desarrollo, continúa con el saqueo minero.
Los medios de comunicación, no forman opinión, la degeneran y el continúa impasible,
El congreso es necesario para la democracia pero continúa siendo una carga improductiva para el país, 409 millones de soles para 130 individuos que se dedican a investigar lo que corresponde al poder judicial, además legislan contra el país exonerando de impuestos a las entidades que lucran con la educación. Hay muchos problemas que no se quiere solucionar, pero con lo expuesto es más que suficiente para señalar a Ollanta Humala Tasso como un oportunista más que se aprovechó de la izquierda y traiciono al pueblo peruano en sus aspiraciones del cambio social, para construir una sociedad de bienestar social por ahora.
LA VERDAD SOBRE EL SECUESTRO
Con la actitud demostrada por Ollanta Humala a lo largo de su trayectoria política, se puede concluir que no es de izquierda, no es marxista, no es progresista. Solo es un oportunista ambicioso que quiso llegar a la presidencia de la república. Desvirtúa la percepción de algunos luchadores sociales, del secuestro de Ollanta por la derecha, además no hay tal síndrome de Estocolmo. Solo es uno más de los que gano con la izquierda para gobernar en favor de la derecha y esto debe terminar. Hay que trabajar por que el pueblo organice su partido para ganar las próximas elecciones, también debe formar sus propios cuadros. Esto lo puede hacer rápido y convertirlo en un movimiento poderoso que materialice las aspiraciones del pueblo con los aportes y experiencias de la izquierda peruana, pero éstos deben dejar todas sus aspiraciones por un puesto público o de figuración, nuestras experiencias solo deben servir para formar cuadros jóvenes en las bases, sin los errores que nosotros tuvimos. Esto no se debe tomar como “los viejos a la tumba y los jóvenes a la obra” de Gonzales Prada sino todos juntos por el pueblo y la revolución. Es de vital importancia darle vida a ese partido para que sirva de garantía y defensa del pueblo ante posibles medidas que pueda impartir el gobierno producto de una mayor derechización y las que se originen de la crisis del capitalismo que van a ser violentas, si es que el gobierno no toma las siguientes precauciones: industrializar al país, modernizar la infraestructura económica-social del país y cambiar nuestras reservas en oro como protección ante la devaluación del dólar y de lo que se viene.