domingo, 12 de septiembre de 2010

Conversación con Flórez Áybar sobre política y literatura


Escribe: José Luis Velásquez Garambel

Una vez más fuimos en busca del escritor Jorge Flórez Áybar con el fin de entablar un diálogo sobre su nueva situación en el campo de la política; y, al mismo tiempo resaltar dos hechos que han ocurrido en el presente mes. Por un lado, el escritor José Luis Ayala reconoce el trabajo investigativo de Flórez Áybar al considerarlo que fue él quien encontró la partida de nacimiento de Gamaliel Churata, así reza en el colofón de la obra: La resurrección de los muertos, que fue presentada por el escritor italiano, Ricardo Badini. Por otro lado, la premiación que le hizo la Universidad Nacional del Altiplano en el Auditorio Magno de la Ciudad Universitaria, en reconocimiento a su trabajo literario. He aquí la entrevista.

A estas alturas de su vida, por qué ingresó a la política. Realmente la noticia nos sorprendió a todos.

No sé si te has dado cuenta que mis personajes, en mis dos novelas, son políticos de una u otra manera. Y como autor me hallo muy cerca a ellos. Ya en los asesinatos, atentados o persecuciones que ocurren en el mundo de la ficción. Yo soy la continuación de ellos, me faltaba esta incursión.

Pero cómo se halla políticamente, o mejor cómo se siente.

Al principio un poco confundido, porque mi vida cambió radicalmente. Pero ahora, estoy seguro de lo que hago, estoy convicto y confeso de los principios que enarbolo. Si me permites, desearía apoyarme con un pasaje de la novela Los de abajo de Mariano Azuela. Es una novela que leímos juntos, ¿te acuerdas? El protagonista, Demetrio Macías, campesino rebelde que luchó junto a Pancho Villa, un día visita a su esposa…

Y ella le reclama su ausencia y le dice Por qué pelean ya, Demetrio. Demetrio, distraído, toma una piedra y la arroja al fondo del cañón y le responde: Mira esa piedra cómo ya no se para.

En efecto, Demetrio no sabía por qué luchaba, pero sus armas estaban cargadas. Mariano Azuela fue criticado acremente por la forma cómo había sido estructurada la novela y por el mensaje que en ella encierra; pero yo creo que debe existir una relación muy estrecha entre texto y contexto y analizar desde este punto de vista la naturaleza misma de la obra, su contenido, la sociedad y la cultura de la época de su producción, es decir, a su historia misma. En ese momento México era un caos, todos se creían salvadores de su país, por eso el objetivo de los líderes era capturar el poder. En mi caso, yo sí sé por qué estamos luchando.

Por qué están luchando

Por el cambio. Deseamos una sociedad nueva, con otra mentalidad. Una ciudad distinta, con un rostro definido. Y sobre todo el desarrollo cultural en todas sus formas. Me explico, solo tendremos una sociedad nueva si el profesor cambia de actitud, que no sea solo un profesional sino un maestro, como antes, un apóstol, un maestro que no piense en evaluar conocimientos, sino resultados. Ese cambio debe producirse en el alumno, tomando en cuenta su contexto, su lengua, sus habilidades, su aptitud, en suma sus saberes. En el último congreso pedagógico de Trujillo, creo que el grito general era por el cambio de currícula. Walter Paz Quispe, en sucesivos artículos, plantea lo mismo.

Y qué hacer en el campo de la cultura porque hasta la fecha ningún gobierno local ha desarrollado la cultura, el arte, la literatura en forma sostenida, posiblemente porque es una inversión poco recuperable.

El Palacio Municipal es un muro de cemento y cristal, hay que ponerle un vestido nacional, hay que dotarle de espíritu y alma. Precisamente, en el MAS se ha llegado a un acuerdo para convertir el Teatro Municipal en un complejo cultural. Allí debe funcionar la biblioteca, el museo regional, salas para concierto de música, pintura, lectura, danza, etc. El objetivo es buscar la inclusión de las zonas menos favorecidas. Hay que pensar en los jóvenes, adolescentes y niños que es en definitiva el sector más vulnerable. Además hay que rescatar las tradiciones, los mitos y las leyendas en los sectores del medio rural. Siempre creí que en la literatura oral se halla la filosofía andina y para su divulgación y análisis tendremos un vocero de circulación nacional y latinoamericano, como suplemento literario de la revista Apumarka. Tendremos el apoyo del Grupo Sur de Escritores Andinos.

Y por qué en el MAS y no en otro partido, porque me parece que hay grupos mejor consolidados y con mayor presencia en el pueblo.

Hubo partidos que me invitaron pero no acepté. El MAS es un partido joven que satisfizo mis expectativas. Primero, por su doctrina; segundo, por su plan de gobierno regional y municipal; y, tercero, por el liderazgo que ejerce Iván Flores, para mí, es el símbolo de la unidad en la diversidad, hablando políticamente. Es un joven político con mucho futuro.

¿Es acaso el mesías que están esperando los del mundo andino?

Para que se entienda mejor mi respuesta, quisiera valerme de tres hechos. En primer lugar, la ideología planteada en mis obras está marcada por el influjo de tres intelectuales que tuvo el país: José Carlos Mariátegui, Alberto Flores Galindo y José María Arguedas. Ese es el derrotero intelectual que seguí, a pie juntillas. En segundo lugar, cuando mi país fue invadido por el mundo occidental, el hijo del Sol es encarcelado y asesinado y la estima colectiva, destruida. Políticamente se destruye el Estado inca. José Antonio del Busto en su libro Pizarro, nos dice que Francisco Pizarro representa el principio de la sangre europea y la llegada a estas tierras de la cultura occidental. Tercero, cuando Iván Flores grita a todo pulmón su origen aymara, yo le entiendo, le comprendo porque sus antepasados fueron víctimas de explotación y de horrendos crímenes. En cambio yo hablo del mundo andino. Lo andino engloba a los aymaras, quechuas y a todas las etnias que se hallan a lo largo y ancho del Perú. Incluso los científicos sociales aguardan con esperanza el encuentro y la fusión entre lo andino y lo occidental. Es decir, lo que Arguedas reclamaba ese encuentro entre los zorros de arriba y los de abajo. Cuando Iván Flores se despoje de ese discurso, casi sectario pero no dogmático, ya no será el instrumento de los aymaras sino el líder del mundo andino. Lo seguirán masivamente porque se habrá dado el inicio de la edificación de una identidad colectiva.

Si tu partido no accede al sillón municipal, estarás solo. No podrás hacer nada, te sentirás maniatado, acaso derrotado. Te hago esta pregunta porque eres casi ya un regidor virtual.

Me daré un tiempo, quizá un par de años, luego evaluaré mi accionar. Si el resultado es negativo, no tendré inconveniente en irme. Renunciaré. Pero tu pregunta es una hipótesis muy lejana de la realidad. El 3 de setiembre llenamos la Plaza de Armas, para mí es la mejor encuesta. Recuerdo que la última vez que se llenó esta ágora, fue durante la dictadura de Velasco Alvarado, cuando se produjo la masacre del pueblo de Puno. Desde esa vez, hasta la fecha, la Plaza de Armas se había convertido en la tumba de los políticos. Ese Día no he visto a mis amigos, pero sé que el 3 de octubre votarán por el MAS. Es el voto escondido que el pueblo sabrá usarlo convenientemente. Y yo esperaré pacientemente

¿Y la literatura?


Ten por seguro que no abandonaré la literatura, seguiré escribiendo. Tengo sobre la mesa la estructura de una nueva novela: Los ojos del puma de piedra. Fue concebida dentro de la línea andina, pero saldré de esos moldes. El haber ingresado al campo político me ha hecho ver el mundo de otra manera, creo que mi trabajo se enriquecerá enormemente. Que me perdonen los políticos por desenmascararlos una vez más.

Desde el jueves está circulando su última obra: Por qué se fueron las gaviotas, que nos puede decir al respecto.

Es un libro experimental, al mismo tiempo es el fin de un ciclo de mi narrativa a nivel de cuento y relato. Creo que no volveré a contar, salvo en mi última novela. Iré liquidando cada género en su debido tiempo. En cuanto a Por qué se fueron las gaviotas, reitero el problema de identidad. El diario Los Andes en una de sus ediciones, en primera página, refiriéndose al discurso de Iván Flores en la Plaza de Armas, publicó: Una propuesta sin identidad, fue algo así. En ese titular hay mucha razón, desde que Guamán Poma de Ayala dijo que el mundo de los incas se puso al revés, hasta ahora no nos hemos repuesto. Somos un país sin identidad, sin rostro. Buscar una identidad común en un país como el nuestro es tarea difícil, sino se toma en cuenta las nacionalidades o etnias que hay en el territorio. Como sabemos, la diversidad es holística en el mundo de los andes, es decir, nada está separado, ni nada es excluyente. Todo es una red de relaciones. Pero, en nuestro tiempo, hay algo que nos aplasta, la lengua. Es por esa razón que utilizo el término andino y un proyecto socialista –como dice Flores Galindo en Buscando un Inca- utiliza cimientos, columnas y ladrillos de la antigua sociedad, junto con armazones nuevos. Entonces tendremos una sociedad moderna y el Perú será viable.

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