Escribe: FERNANDO CHUQUIPIUNTA MACHACA
Nuestra literatura se caracteriza por su heterogeneidad, solía decir Antonio Cornejo Polar -catalogado por muchos como el último crítico nacional. El celebrado poeta puneño Boris Gilmar Espezúa Salmón con el libro “Gamaliel y el Oráculo del Agua”, en la XIV BIENAL de Poesía, ha ganado el primer puesto del Premio Copé Internacional 2009. Además de la edición de la obra, recibirá 20.000 nuevos soles. Una interesante muestra de poesía peruana que se aleja de los trasnochados referentes canónicos. A pocos días de la premiación y aprovechando nuestra corta estadía en Puno, el liróforo aquerenciado conversó con el diario Los Andes.
¿Cuál es su primer comentario?
Estar emocionado… por la sorpresa y por el significado del premio que es de gran envergadura. Te confesaré que por las temáticas que anteriormente se han otorgado en las bienales pasadas, era escéptico de poder ganarlo, pero me equivoqué y creo que es un signo óptimo de lo que viene pasando en materia de cultura en el Perú, porque siento que se está dando cabida al pluralismo, a la heterogeneidad y con reconocer a mi poemario siento que ello es lo que primó, además de la forma de decirlo en poesía.
“Gamaliel y el oráculo del agua” es el título del poemario ganador. Mucho tiempo de esfuerzo empleaste ¿Qué significa para Puno y el Perú éste texto?
Es un libro polisémico, que muestra ritos, mitos, danza, magia algo de filosofía y religiosidad andina, todo ello en base a la figura de Gamaliel Churata que en el libro es quien habla a través de un pez del Titicaca, y a través de su propuesta cultural que es el eje vertebrador del libro, la poesía es coloquial, a veces épica y diría basado en la historia y cosmovisión altiplánica. Creo que es fruto de un esfuerzo de años, y que significará para el Perú un aporte de este lado del país que no es sino una voz de peruanidad y de identidad.
¿Cómo incide la post-modernidad en tu poesía?
Bueno, este libro es un intento de poner las plumas en remojo, de volver a los orígenes, a la búsqueda de lo natural y de mí mismo. Pretende llegar a lo más esencial del ser humano, intenta una mirada distinta del hombre, desde su ser más profundo. Es decir, es un retorno a las raíces, al sentido que tiene el ser humano en este mundo, que a la vez es parte de la naturaleza.
¿Y cómo te autodefines?
En constante búsqueda, en producción inmutable y tratando de descubrirme yo mismo, de encontrar claves para entender el mundo en el que vivo, a partir de la poesía.
¿Qué es la poesía?
Es una práctica trascendente en el sentido de que conecta al ser humano no solo con el entorno, sino con el mundo en que vive, con lo que está más allá del tiempo. Se trata de la expresión mayor de la palabra y la sensibilidad humana. Cada poeta expresa un mundo distinto y de la forma más extraordinaria.
¿Cuáles son los poetas que has leído?
Los clásicos, Becquer, Eluard, Neruda, Carlos Oquendo y poetas peruanos. Pero César Vallejo es el maestro que más me ha enseñado a trabajar los poemas. Es el poeta que expresa la condición humana y cuanto más pase el tiempo, crecerá su presencia.
¿Cuándo escribes?
En principio hay momentos en que debo escribir de todos modos y también momentos en que quiero escribir y no puedo. La poesía es ante todo metáfora, ritmo, una visión del mundo. Es lenguaje más allá de la sensibilidad de cada poeta. Tengo en cuenta esas condiciones básicas. La poesía es un trabajo muy difícil.
¿Qué otras palabras nos puede brindar Boris Espezúa, en este momento de plácemes para Puno?
Agradecer a todos los que apostaron por mí y a mi familia, amigos, compañeros en la pluma poética. Decir que el premio no sólo es para Boris Espezúa sino para Puno, y para revalorar a nuestro pontífice de las letras como fue Gamaliel Churata.
lunes, 29 de marzo de 2010
Poeta puneño Boris Espezúa ganó el Premio Cope de Poesía
Boris Gilmar Espezúa Salmón ganador de la XIV Bienal de Poesía Premio Cope
Petróleos del Perú – PETROPERÚ S.A. anunció a los ganadores de la XIV Bienal de Poesía y II Bienal de Novela «Premio Copé Internacional 2009 y el poeta puneño, juleño de raíces aymaras, se adjudicó como el ganador indiscutible de la XIV Bienal de Poesía con el poemario: «Gamaliel y el oráculo del agua».
Entre los jurados calificadores están: Pedro Cateriano Delgado, PETROPERÚ S.A; Carlos Germán Belli, Academia Peruana de la Lengua; Giovanna Pollarolo, Pontificia Universidad Católica del Perú; Arturo Corcuera Osores, Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Jaime Campodónico, Instituto Nacional de Cultura.
El Diario Los Andes se aúna a las felicitaciones por este importante premio obtenido por uno de sus colaboradores que acompañan con sus artículos y comentarios desde varios años. Felicitaciones al poeta Boris. Y con ello la cultura y la poesía puneña continúa en la senda trazada por sus más excelsos y plecaros intelectuales que marcaron época desde la generación de los Orkopata, Carlos Oquendo de Amat entre los más renombrados.
Petróleos del Perú – PETROPERÚ S.A. anunció a los ganadores de la XIV Bienal de Poesía y II Bienal de Novela «Premio Copé Internacional 2009 y el poeta puneño, juleño de raíces aymaras, se adjudicó como el ganador indiscutible de la XIV Bienal de Poesía con el poemario: «Gamaliel y el oráculo del agua».
Entre los jurados calificadores están: Pedro Cateriano Delgado, PETROPERÚ S.A; Carlos Germán Belli, Academia Peruana de la Lengua; Giovanna Pollarolo, Pontificia Universidad Católica del Perú; Arturo Corcuera Osores, Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Jaime Campodónico, Instituto Nacional de Cultura.
El Diario Los Andes se aúna a las felicitaciones por este importante premio obtenido por uno de sus colaboradores que acompañan con sus artículos y comentarios desde varios años. Felicitaciones al poeta Boris. Y con ello la cultura y la poesía puneña continúa en la senda trazada por sus más excelsos y plecaros intelectuales que marcaron época desde la generación de los Orkopata, Carlos Oquendo de Amat entre los más renombrados.
jueves, 18 de marzo de 2010
José Luis Ayala: acto de fe o acto de locura
Escribe: Rosina Valcárcel
Este texto fue publicado en http:www.redacciónpopular.com / cuyo director es Raúl Lisman / raullisman@yahoo.com / el 3 de marzo del 2010. La autora del texto es Rosina Valcárcel. La primera parte corresponde a la presentación de mi libro Acto de fe y se publicó en el diario Cambio, el 13 de octubre de 1982. Rosina Valcárcel vio por conveniente insertar este texto para dar al lector una visión introductiva. Como de alguna manera y debido a su generosidad me ha convertido en el personaje de esta Odisea, deseo aprovechar la oportunidad para agradecerle su permanente amistad y apoyo desde los años 70 del siglo pasado. Desde Puno le escribí varias cartas de adhesión a su trabajo literario, sobre todo en relación a su militancia intelectual y fervor por las causas más justas del pueblo peruano. Demás está decir que Rosina Valcarcel ha autorizado la publicación de su texto en el diario Los Andes.
Presentar el poemario Acto de Fe del escritor José Luis Ayala me resulta doblemente difícil, primero porque no soy crítica de arte y segundo porque media entre nosotros una antigua amistad, lo que de hecho influye en mi apreciación. Sin embargo en aras de la celebración de la poesía me arriesgo a intentar en alta voz algunas sugerencias.
Estos días he revisado el ejercicio poético de nuestro autor a través de algunas de las obras más significativas de él, me refiero por cierto a Celebración del Universo, nacido en 1976, donde José Luis se identifica hermosa e intensamente con el rico universo aymara y compartimos el acierto de Antonio Cornejo cundo dice: “Celebración del Universo es un admirable esfuerzo por rescatar a la poesía de su cepo individualista, como portadora de simples subjetividades y por integrarla protagónicamente al curso histórico y social de la cultura”.
Asimismo he releído Canto Sideral editado en 1984, texto que constituye un bello y lúdico cántico de amor al Apu Qollana Auki, creador del Universo Andino Aymara. También he regresado a Pacha Mama, parido en 1986, donde la poesía de nuestro amigo, al decir de Antonio Melis, tiende a configurarse como un ayllu de la palabra, de la infancia añorada asume los rasgos míticos de una niñez de la humanidad y en donde la invocación al Apu Qollana Auki coexiste en estos versos con la invectiva contra los asesinos de ayer y hoy. En el registro de esta poesía, afirmó Romualdo, se escuchan las zampoñas rompiendo la conjura del silencio, desde el mundo de abajo, abriendo el horizonte de un socialismo agrario y solar, capaz de devolverles a los humanos su condición de seres superiores a la zoología occidental que los redujo a harapos. La poesía de los marginados para el lenguaje de la marginación: lenguaje de filo, de aristas agresivas, despojado de la retórica tradicional.
Los tres libros que hoy festejamos fueron escritos en París. Acto de Fe que trae un elogioso prólogo de Américo Ferrari, fue creado pues cuando Ayala radicara en la ciudad francesa.
Esta obra la hemos platicado con el poeta y crítico Juan Góngora Mosquera y hemos coincidido en varias reflexiones, por ejemplo que Acto de Fe nos parece la expresión auténtica de un cierto desarraigo existencial. Nos parece que este libro se estructura en una lucha por buscar la expresión justa para dar cuenta de una tensión esencial del poeta: aquel que se funda en su entorno vivencial cosmopolita frente a una identidad menoscabada en donde no se puede justipreciar ser un “ciudadano del mundo”. Esto lo intuye el escritor a lo largo de todo el libro. La evidencia de esta contradicción, indisoluble a nivel de la configuración poética, puede notarse curiosamente en la contrastación del poema que abre el libro “Volver a la palabra” y el que cierra el libro “Un hombre mirando al infinito”. Dentro de la obra de Ayala Acto de Fe resulta un libro de transición. Es la búsqueda de una dimensión ontológica que redescubra y dé cauce a un sustrato cultural e ideológico cuyas columnas han sido agrietadas y que establece la necesidad de poetizar la circunstancia, el camino accidentado más que un punto de llegada. Este tránsito que se quiere poetizar es indudablemente una identidad que no puede expresarse desde un contexto externo a ella, porque no es una condición estática sino plagada de conflictos y nuevas estructuraciones, de ahí que el poeta se “atasca y desolla” en París 1972-1973. En ese sentido, no es la palabra ni el lenguaje lo que motiva al poeta, sino la creación de una poética que vaya estableciendo vínculos entre la expresión como forma material del pensamiento y su realidad sociocultural en continua efervescencia. No por azar –acaso- que Ayala recurra posteriormente a escribir en lengua natal para dar cuenta de esta tensión esencial que constituye el centro de su trabajo poético.
José Luis conservó durante dieciséis años los originales de Acto de Fe, pudo desistir de ellos pero persistió y al final se cristaliza aquella tarea.
ACTO DE FE fu escrito en plena soledad de un hombre que no pudo aceptar una sociedad deshumanizada, un mundo en el que el sistema convierte al hombre en una pieza, un émbolo, una pieza metálica de carne y hueso.
ACTO DE FE es un libro que ha permitido que Ayala depure su lenguaje, su estilo, después volverá al Perú y escribirá en Aymara.
ACTO DE FE es una forma de asediar a sus propios fantasmas, a los lugares que sólo está él y sus signos, es un libro denso, no porque hayan pocos poemas, se trata más bien de un ejercicio que permitirá que Ayala descubra que la poesía es una visión del mundo y una forma de reivindicar al hombre desheredado.
*En : Cambio, martes 13 de octubre de 1987.
II
José Luis Ayala (Huancané-Puno, Perú, 1942), destacado escritor fecundo, cronista, editor de la página cultural del diario La Primera. Recientemente representó al Perú en el XIX Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia) y en el VI Festival Internacional de Poesía (Granada) 2010, realizado en Nicaragua.
Sintetizar una etapa de creación literaria (1966-2009) es una labor ardua y placentera. Simboliza agudo vuelo, alto como el de los cóndores. La vida cultural del escritor de la generación del '70 José Luis Ayala ha estado tutelada por la vocación de poeta, una muestra palpable es su último libro Al fin y al cabo: Poesía entre dos mundos (Lima, 2009), donde habla de modo humilde de la historia de Europa y América, aquí destacan los poemas “Río de la noche”, “Casa del poeta”, “Multitudes de las avenidas”, “Branderburgo”*, entre otros. Y, paralelamente, su existencia se rige por el interés puesto en el arte de las letras nacionales, para ser puntual tanto en el ensayo como en el testimonio, campos a los que ha aportado con sus artículos, ponencias y estudios sobre las letras peruanas y latinoamericanas, los que ha presentado en eventos de literatura organizados por diversas instituciones, universidades nacionales y de nuestro Continente. Pero, más precisamente su afán ha estado puesto en la defensa de las culturas populares andinas, en particular la aymara, expresadas en sus obras. Ejemplos vivos resultan los libros lanzados el 2009: Aymar marka: Nación Aymara (FECP, Lima). Se trata de un trabajo de campo hecho en el altiplano peruano, en la zona aymara de Chucuito. Esta es una investigación aleatoria que, de algún modo, representa la voz de la aguerrida nación aymara, diseminada en las Repúblicas del Perú, Bolivia, Chile y Argentina. El autor recurre a múltiples vertientes: cosmovisión, religiosidad andina, poesía, prosa, ensayo, historia, ensayo, crónica, sociología, y a las recopilaciones de textos en aymara – español, para ofrecer una visión de lo que ocurrió a principios del siglo XXI entre los aymaras peruanos. Alberto Mostajo: Delirios y tragedia de un poeta vanguardista y metafísico (Arteidea, Lima), acto de justicia y ternura. Este libro es la biografía integral y trágica de un aeda filosofante, quien se adhirió a la literatura vanguardista del siglo XX. Pero además como ferviente lector de los filósofos de su época, optó por escribir una poesía humanista solo para entendidos, publicó en 1925 Cosmos y en 1928 Canción infinita. Fue injustamente internado por su cuñado en el Hospital Víctor Larco Herrera de Lima durante cuatro décadas. Juan Basilio Catacora Heredia: Protomártir de la Independencia Americana (Lima); Mariátegui y la inteligencia andina perú-boliviana. El Amauta frente a la Guerra del Chaco (Arteidea, Lima).
Antonio Melis advierte que Ayala, escribe esta suerte de arco iris por el que es posible incorporarse a un universo que poco se había estudiado. Él sostiene que el Amauta influyó perentoriamente en una geografía cultural que llama Sur Andino y en Bolivia, pero al mismo tiempo señala que Mariátegui se contagió de andinismo y le dio un nuevo sentido a la realidad de esa inmensa y extraordinaria geografía. Así, el lector tiene a la mano un calidoscopio que le permite conocer de cerca la presencia de Amauta, más allá de la bibliografía peruana en torno a esta genuina creación plural de José Carlos Mariátegui.
Habla el autor:
INFANCIA
- Nací en el seno de una familia de la clase media provinciana, mi padre nació en Huancané y mi madre en Moho. Mi abuelo paterno Casimiro Ayala Ticona era propietario de un pedazo de terreno de donde provenían las subsistencias para la familia. Mi abuelo Manuel T. Olazával en cambio, poseía más terrenos de modo que mi madre tuvo una infancia con comodidades. Mi abuelo Casimiro Ayala contaba algunos rasgos de la biografía de su bisabuelo Juan Basilio Catacora Heredia. Mi abuelo Manuel Olazábal narraba la historia de la Guerra con Chile y cómo fue su padre Félix Olazábal Romero, quien juntamente con Antonio Riveros formó un batallón con ciudadanos de Cojata, Inchupalla y Huancané y se fueron a la guerra. Mi bisabuelo Félix Olazábal murió con el grado de Coronel. Todos esos relatos formaron mi conciencia histórica y a la vez una responsabilidad ineludible para registrar esos hechos. Fuimos once hermanos, como la familia de Vallejo. Mi padre vendió todos los bienes heredados por mi madre hasta la casa en que vivíamos en Huancané, construida por mi abuelo, a precios viles. Poco a poco nos empobrecimos y más aún en la medida en que todos crecíamos y había más necesidades humanas que cubrir. Hasta que salimos de Huancané y nos fuimos a vivir a Puno donde había colegios y posibilidades de adquirir algún oficio. Convencí a mi padre que saliéramos de Huancané porque íbamos a convertirnos todos en pequeños agricultores. El caso es que yo tuve una infancia dolorosa y fui un niño castigado con crueldad. Pero no soy un escritor resentido ni amargado. Me hizo realmente bien leer detenidamente a Sigmund Freud, Yung y Jacques Lacan.
PAPEL DE LA FAMILIA
- Todos somos hijos de nuestras familias, tenemos como herencia sus miserias y grandezas. Debido a la equivocada y nefasta militancia de mi padre, el comandante del B.I. 21 de Huancané, Mauro Valencia, ordenó que lo capturaran como a varios comunistas y apristas. Lo llevaron para encerrarlo en las mazmorras del cuartel. Una vez libre después de varios meses, tuvo que ir a trabajar a las haciendas de la familia Irigoyen, a Trapiche. Después a las de Manuel E. Cordero y me llevó para que no me insultaran más los niños mestizos de Huancané. Así es como a los ocho años conocí las haciendas por dentro, a los pongos, muleros, rodeantes y pastores expoliados, convertidos en seres subhumanos. Pero de adulto me tocó ser testigo de la entrega de tierras a sus verdaderos dueños; trabajé en el Tribunal Agrario durante 20 años, de modo que de alguna manera participé en la Reforma Agraria durante el gobierno del General Juan Velasco Alvarado. No tuve suerte entre los maestros de la primaria, todos fueron aficionados sin título profesional, de modo que no adquirí una sólida formación, pero después hice un esfuerzo para recuperar el tiempo perdido y ello tuvo que ver en gran modo con mis lecturas de libros para consolidar mi vocación literaria.
GRUPO LITERARIO EN PUNO
- La “Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat”, fue una respuesta frente a una sociedad clasista y discriminadora. Las instituciones como el Instituto Americano de Arte y un grupo de diletantes intelectuales no iban a llamarnos porque éramos muy jóvenes y pertenecíamos a familias que inmigraron a Puno. Omar Aramayo y yo decidimos formar una especie de institución no institucionalizada, Aramayo conocía a Gerardo García como a Serapio Salinas y yo a Gloria Mendoza, así se formó la Promoción Carlos Oquendo de Amat y para dar un recital invitamos a Américo Valencia Chacón, quien quedó incorporado como un miembros activo. Ese año repetía el quinto de secundaria Percy Zaga Bustinza y tenía temor de leer sus poemas en público. Recuerdo que acompañado de sus hermanos menores, mal vestidos y hambrientos, perseguía a su padre por calles y plazas, rogando, llorando les diera un poco de dinero para la subsistencia de niños que daban lástima. Había abandonado a su progenitora y no tenían lo mínimo para sobrevivir. Sin embargo, “El fiero” Víctor Zaga García, era un funcionario erróneamente protegido por el insigne maestro Luis Portugal Camacho, a quien le hizo mucho daño como funcionario de la VII Región de Educación de Puno. Los maestros decían que Zaga había ganado por puntos en la cara, un concurso para ser docente.
INICIOS DE ESCRITOR
- Los inicios y desarrollo de mi vocación literaria se dieron contra todas las adversidades y designios adversos. Tres veces estuve al borde la muerte y me salvó el yatiri o adivino en coca José Wawaluque, él me dijo cuando tenía nueve años que era una persona dotada y que “caminando contra el tiempo” llegaría a ser una gran personalidad en el medio en que viviría, que podría llegar a ser un yatiri mayor. Ese juicio me marcó para siempre. Yatiri en el mundo aymara significa ser un sabio, naturalmente un escritor. Todo empezó después de leer a Magda Portal y Serafín del Mar, dos poetas apristas a quienes leía mi padre. Después leí a salto de mata a los escritores puneños como Gamaliel Churata, Alejandro Peralta, Dante Nava pero, de modo especial, a Carlos Oquendo de Amat. Empecé a escribir poesía alentado por una voluntad irreprimible hasta que leí a Vallejo y quedé desconcertado, pero viví con la idea de que yo también tenía mucho que decir. De niño quise ser adulto lo más rápido posible y ahora que vivo la adultez, tengo la sensación que la vida no es más que una flecha destinada a llegar a donde se apunta. Bueno, pero en ese entonces, sucedió que el profesor de castellano cuando cursaba el segundo de secundaria, me sorprendió escribiendo porque no atendía lo que decía. Me sacó a la pizarra y me humilló, yo me rebelé y protesté airadamente. Al día siguiente me expulsaron así fue como regresé a Huancané, y, allí cursé el segundo año de secundaria, en el Colegio Nacional Mixto, entonces recientemente creado. Estudié del tercero hasta el quinto en el Colegio Particular San Ambrosio de Puno. Tuve mucha suerte porque allí conocí a Ricardo Baylón Holguín, quien dirigió mis lecturas y publicó generosamente mi primer libro. Mis primeros poemas publicados datan del año 1964, mi primer libro titula Geografía del corazón (1965).
INFLUENCIA DE AUTORES EN LA FORMACIÓN LITERARIA
- Sin duda Gamaliel Churata, Carlos Oquendo de Amat, José Carlos Mariátegui, César Vallejo, José María Arguedas, Francois Villon, Jean Paul Sartre, Paul Éluard, Guillaume Apolinaire y Sigmund Freud, aunque últimamente ha sido muy golpeado por Mario Bunge. De ellos he aprendido mucho, especialmente de Mariátegui, Oquendo, Vallejo, Arguedas y Jean Paul Sartre, a tener “una filiación y una fe” para la abolición de la miseria y la soledad humana.
CINE, MÚSICA, PINTURA
- Había en Huancané un local con el nombre de Cine azul y allí se proyectaban películas norteamericanas, mexicanas y algunas italianas. A la edad de ocho años ver Simbad el marino, fue un hecho que me dejó un gran recuerdo. Después había una que otra película de calidad que llegaba a Puno. Fue en París donde conocí el gran cine de todos los tiempos en el Cine Club del Museo del Hombre. En cuanto a pintura, creo que conozco lo mejor de la pintura, no porque haya leído sino porque trabajé con Alberto Guzmán en París, después con Wilfredo Lam. He visitado los más importantes museos de Europa y naturalmente he visto de cerca las pinturas que se exhiben en museos de Moscú, Berlín, París, Madrid, Barcelona, Frankfurt. También en México, Caracas y Medellín. Por eso hago collages para ilustrar mis textos literarios y portadas de mis libros. Voy al cine de vez en cuando y los último que he visto es La vida de los demás, por eso sé que mi teléfono está intervenido, pero no me importa.
INSPIRACIÓN, EJERCICIO Y ESCRITURA
- Tengo la suprema ambición de ser el escritor peruano total. Hasta hoy he escrito y publicado 50 libros en 50 años de ejercicio literario. Ahora trataré de escribir teatro e incidir en la jaqisofía, es decir en la cosmovisión andina; debo escribir ensayos acerca de la realidad cultural y tratar de publicar libros para hacer conocer la realidad del mundo aymara. Como escribo todos los días a toda hora, se trata de un ejercicio y ya no sé qué es la inspiración; de lo que podría hablar más bien es de lucidez y estado de ánimo. La escritura obedece al género en que me expreso y cada libro tiene un distinto campo semántico. De modo que escribo porque es una necesidad biológica, para derrotar a la muerte, para que la sociedad en que vivo escuche la voz de la nación aymara. En síntesis soy un escritor comprometido con el tiempo histórico que me ha tocado vivir.
MEJOR LIBRO
- Se llama Cábala para inmigrantes. Es un libro que no ha sido debidamente valorado por la crítica literaria.
CRÍTICOS EN EL PERÚ
- Yo no tengo quejas personales porque he sido tratado con cierta generosidad. Pero en general la crítica literaria no tiene un gran desarrollo debido a la falta de formación en las Universidades. Los diarios y revistas cada vez reducen los espacios para la crítica porque no significan un rédito para ellos, salvo el Diario La Primera.
POLÉMICA ¿ESCRITORES “URBANOS o ANDINOS”?
Aquí se dio una polémica entre “urbanos y andinos”, suscitada en España. Tú que eres un gran defensor de la cultura aymara, ¿qué opinas?
- Yo creo que sirvió de mucho porque demostró que en ningún momento se habló de una literatura de descolonización. Fue más de lo mismo, se repitieron los mismos conceptos, el canon académico literario desgastado, acabado. De allí la necesidad de replantear el esquema. Yo no creo que haya un problema de enfrentamiento entre ambas corrientes porque vienen y van hacia el mismo pozo. El problema de fondo es que no se ha planteado la necesidad de que la literatura latinoamericana sea descolonizadora.
LUCHA DE LOS MAPUCHES
- Estoy identificado con ellos en sus luchas por la propiedad y recuperación de sus tierras, la libertad de expresión y vigencia de su cultura. Debe ser por eso que a veces me invitan a participar en los congresos de escritores en lenguas ancestrales. Están bien organizados y esa es una lección para quechuas y aymaras. Los mapuches se sienten orgullosos de sus orígenes y de sus luchas ancestrales contra una sociedad opresora.
REVISTA KACHKANIRAQMI, RECUERDOS
- Hubo dos etapas Kachkanirajmi I y Kachkaniraqmi II. Esta revista es un ejemplo de persistencia de la memoria para la reconstrucción de un país escindido. Es un testimonio de un grupo de personas (comité editor y colaboradores) decididas a recuperar la personalidad colectiva, la identidad, dañada por un Estado-nación que decidió destruir al Perú esencial. Mucho tuvo que ver la dirección y capacidad de reflexión en torno a temas sensibles de la época. Sin Kachkanirajmi no se explica la pasión y ternura de Rosina Valcárcel por el Perú ancestral, mágico y milenario.
LIBROS EDITADOS EL 2009 y MENSAJES
- Cada uno responde a una distinta forma de asedio al Perú, a la diversidad cultural y conocimiento de la religiosidad andina. Estaban escritos desde hacía bastante tiempo y como quiera que trabajar en La Primera me tomaba mucho tiempo y no me dejaba escribir, entonces decidí publicar mis trabajos hasta entonces inéditos. Alberto Mostajo, José Carlos Mariátegui y su relación con los escritores surperuanos y bolivianos, como también Juan Basilio Catacora han sido plenamente recuperados. El libro de los yatiris y Nación Aymara, constituyen una necesidad vital para hacer conocer que los aymaras somos una cultura viva.
VIAJES Y TRANSFORMACIÓN
- Cada viaje deja una experiencia maravillosa, por lo general cada uno de ellos suscita, incita a escribir un libro o un conjunto de poemas. Lo importante es que la subconciencia registra hechos, sensaciones, emociones y sobre todo distintas formas de enfrentar a la dura realidad. Todo repentinamente es necesario expresarlo, escribir, sino es así es traicionarse a un mismo. Viajando y leyendo se aprende mucho.
SER UN YATIRI
- Ahora ya no es tan complejo serlo, antes había una especie de censura, incredulidad y agresión. En la medida que los yatiris bolivianos y puneños copan las ferias para adivinar la suerte en coca, las personas son tolerantes. Cuando empecé a hacer pagos a la pachamama (a la madre-tierra) y a adivinar la suerte a través de la coca, la gente no creía y no faltaron quienes se burlaban. Por eso escribí el libro en referencia a los yatiris. Es un texto que se ha agotado en menos de un mes. Voy a realizar una segunda edición lo antes posible. Hay personas que me llaman para que les haga un pago y muchas me invitan a sus casas para que les lea la suerte.
- Pablo Macera dijo una vez: “José Luis Ayala es sobre todo un yatiri urbano. Representa a los adivinos aymaras en coca en la ciudad, pero además es un escritor culto y por eso puede escribir en todos los géneros. Los yatiris entre los aymaras son sabios”.
- La primera persona que me alentó para que no dejara de ser un yatiri fue efectivamente Pablo Macera. Tuvimos una larga conversación después que hice un pago en el local donde trabaja. Me hizo varias preguntas en torno al Perú y después sé que decidió llamar a alto misayojs del Cusco como a los yatiris más ancianos de Puno. Esa sesión debió ser maravillosa.
AMISTAD CON DESIREÉ LIEVEN
- Desireé Lieven fue muy amiga de César Vallejo, Alejo Carpentier, Gonzalo More, Elva Huara, José Macedo Mendoza, etc. En fin, de muchos escritores latinoamericanos revolucionarios y franceses marxistas. Cuando viajé a París llevé una carta de recomendación de Ernesto More, de modo que me convertí en un hijo protegido de Desireé. Todos los sábados asistía a comer lo que no había comido en la semana; en su casa se producían grandes conversaciones en torno a lo que sucedía en la cultura, en política en Europa y Latinoamérica. Ahí conocí a muchos escritores peruanos y de otros países.
- ¿HERENCIA DE LA GENERACIÓN DEL 70?
- Como parte de mi juventud la he vivido en Puno como en París, no he participado en los recitales generacionales, en Lima. Siempre me he sentido un poeta, un escritor marginal hasta hace poco tiempo. La contribución de las ciencias sociales, pero sobre todo la nueva realidad social, las inmigraciones, han hecho que sea incorporado a una audiencia mayor. Jamás imaginé que se tomarían en cuenta mis trabajos. Una prueba reciente es el hecho de que la Casa de la Literatura Peruana, haya considerado poner mi retrato y textos, esa es una prueba de reconocimiento no sólo a mí sino a la cultura aymara peruana.
ESA COMPAÑERA LLAMADA NORA
- Yo la conocí en casa de su padre que se llama Mateo Jaika, el escritor, precisamente el año que regresé a Puno y cuando cursaba el tercer año de secundaria. Tenemos tres hijos y cuatro nietos, ella me ayuda en todas mis tareas literarias.
martes, 16 de marzo de 2010
HOY HE MUERTO en Bagua
Hoy he muerto en Bagua,
hoy me han baleado. Hoy me han torturado,
me arrastraron y mi cuerpo ha sido quemado y tirado al río.
Hoy yo he sido el estudiante de arte baleado en el pecho,
la niña de cuatro añitos baleada en el estómago,
he sido el cuerpo inmóvil sangrante
que la policía peruana ha rematado cobardemente,
soy la madre que ha visto a su hijo morir temblando en el pavimento.
He sido el indígena que enloqueció quemando edificios de ese gobierno de Perú que ya no me representa.
Soy la víctima del racismo genocida de los derechistas,
apristas, fujimoristas, alanistas del gobierno de García.
Hoy estoy herido, hoy he muerto, hoy estoy tirado en una carretera,
mi cuerpo será devorado por los animales, porque la policía balea a mi familia y amigos cada vez que intentan recogerme.
Hoy soy el indígena peruano, soy mi pueblo, mi sangre, mi dolor, mi herida, mi cadáver, mi rabia.
Hoy te pido, te exijo, te demando Alan García: renuncia,
vete, lárgate, tú no eres mi presidente, eres un asesino un criminal. Renuncia, llévate a tus malditos matones asesinos contigo.
Un día terminarás detrás de rejas.
Maldito, asesino, genocida, racista, matón, me das asco Alan García.
domingo, 7 de marzo de 2010
Entrevista a Jorge Flórez Áybar
jueves 4 de marzo de 2010
FLÒREZ-ÀYBAR EL OUTSIDER DE LA LITERATURA PUNEÑA
por: José Luis Velásquez Garambel
El autor de la novela “La agonía de Kamachiq” fue siempre polémico. Sus intervenciones académicas o en las presentaciones de libros, dejaron con seguridad, una estela de interrogantes. No guarda nada en el tintero. Sin embargo, después de haber leído algunos comentarios sobre “La agonía de Kamachiq”, ésta debería interesarnos desde varios aspectos: a) en función de una lectura ideológica; b), en función de la subversión temática: conceptuales, literarios, políticos, culturales, sociales, etc.; c), en función del caos generalizado en todo el país debido a la corrupción. Es por ésta y otras razones por las que volvemos a conversar con Jorge Flórez Áybar.
En la presentación de su última novela su intervención dejó perplejo a un auditorio que permanecía casi quieto. Somnoliento. Despertó cuando Ud. dijo:”Parece que mis críticos no han leído mi novela”. Por qué esa expresión tan ácida, tan cortante.
En primer lugar, creo que entre gitanos no podemos sacarnos los trapos sucios. Tuve algo más de una docena de observaciones. Respondí las más flagrantes. Por ejemplo, el argumento que se dijo sobre Saywa y Kamachiq (inicio de la novela) fue de lo más burdo. Quisieron bajar este segmento a nivel de la subliteratura. Uno de los críticos aseveró: “La novela empieza cuando una muchacha se acuesta con Kamachiq”. Este resumen es de lo más grotesco, suprime el aspecto ideológico. Habría que preguntarnos, por qué esa muchacha se desliza entre las sábanas de Kamachiq. La respuesta es simple: “porque la policía la perseguía por senderista”, en fin creo que cuando un escritor codifica su obra, el crítico tiene que ser capaz de decodificar y recodificar la obra que lee.
También se dijo que Paloma de los Ríos se suicida pero que se ignora el motivo. La respuesta se halla en el capítulo catorce. Sigo pensando que no se leyó realmente la novela.
¿Le molestó que le dijeran que a partir de hoy, Flórez Àybar debiera caminar con guardaespaldas?
Sobre este punto, habría que recordar que Balzac para construir sus personajes salía a pasear por las calles de París, elegía a un desconocido y lo seguía, fijándose bien en todos los detalles. Así nacía un personaje. En mi caso, algunos de mis personajes se encuentran en la universidad, en las calles o plazas de la ciudad, pero ese personaje elegido de la realidad ya no es en la ficción porque se le ha sumado otras actitudes, otros rasgos, otros comportamientos que al final desaparece el personaje elegido. Por supuesto que podemos identificar algunas características físicas o psicológicas de los protagonistas. Para mi suerte estos personajes de la realidad real no leen, no pertenecen a la sociedad lectora, entonces por qué habría que preocuparnos. No hay necesidad de escondernos. Lo que sucedió esa noche, el crítico quiso hacer humor, pero no supo hacerlo, para ironizar o hacer humor hay que tener pasta, estilo.
¿Hay críticos en la región?
Leo permanentemente Los Andes, especialmente los domingos. Hay un articulista que siempre inicia sus comentarios: “Yo no soy crítico”, pero hace crítica. Lo que sucede es que falta valor para asumir responsabilidades. Nos debatimos en la mediocridad: Suenan más los gritos, el insulto, el ruido que el meollo del asunto.
La crítica tiene que ser objetiva: Cruel y generosa. Ambas. Vargas Vila fue un gran crítico. Recuerdo un pasaje, allá en la década del XX del siglo pasado, cuando Chocano era coronado con las hojas de laurel como el cantor de América por el presidente Leguía, por supuesto que fue un show de indigenismo barato, porque Leguía usó en esa oportunidad poncho y chalina. Elmore no estuvo de acuerdo, dijo que era indigno premiar a uno que estuvo siempre al servicio de las dictaduras en centro América. Chocano respondió que no es moral que el hijo de un traidor le dijera eso (se refería a su padre, héroe nacional, que no fue capaz de hacer volar el morro de Arica, pese a tener las manos sobre el detonador). Pero un día Chocano se encontró con Elmore en la antesala del diario El Comercio y le dio varios disparos, matándolo. Suelen ser omitidos Chocano fue encarcelado, algunos hablaban de que lo iban a fusilar. El mundo intelectual pidió clemencia, incluido Vargas Vila. Un periodista que conocía las desavenencias entre ambos preguntó: Sr. Vargas Vila por qué se suma Ud. al pedido de clemencia sabiéndose su enemigo. Él respondió: Para evitar que se ensucie el cadalso.
En fin, creo que el crítico no solo de la región sino del país cuando es seducido por el pensamiento europeo termina fanatizándose y cae en la fosilización. Es como aquel animal que da vueltas y más vueltas en torno a un pozo con el deseo de beber agua pero no alcanza su objetivo.
En cuanto a la estructuración de sus novelas encontramos diferencias y coincidencias, ¿cuál es la intención fundamental?
Creo que hay más coincidencias que diferencias. Por un momento pensé en editar ambas novelas como una sola y que llevaría por título “El Señor de las Nieves”. Ha transcurrido algo más de diez años de la publicación de “Más allá de las nubes”, con dos ediciones: En La Paz y en Lima. Y esa idea persiste porque los personajes, el tema y el plano lingûístico se repiten en ambas novelas. Podemos decir que “Más allá de las nubes” es el antecedente de “La agonía de Kamachiq”
Si recordamos brevemente “Más allá de las nubes” encontraremos que los hechos que se narran suceden en un período de tres meses. La trama gira en torno a los personajes: Alexànder Petrova y Malika y el proceso de ésta en guerrillera. El estilo es de una prosa poética, estructurada en tres partes. El tema es la violencia desatada en el país, en la década del 80. En “Más allá de las nubes” algunos personajes importantes mueren, pero la novela genera protagonistas alternos. Algunas veces, los detalles de la muerte de un personaje suelen ser omitidos como en el caso del suicidio de Alexander Petrova. Queda sujeto a la imaginación del lector. A mí se me criticó por esta omisión. Por supuesto, si el novelista cree necesario explicar esos detalles lo hará en sucesivas y espaciadas retrospecciones, para eso están las técnicas, el raconto por ejemplo.
“¿Y en La Agonía de Kamachiq”?
En “La agonía de Kamachiq” hay dos dinámicas narrativas que corren en paralelo: La una, relativa a la historia de Alexander Petrova; y, la otra, relativa a la diégesis de Kamachiq. Su relación final es a través de vasos comunicantes. El crítico expresó que la historia de Alexander Petrova estaba por gusto, que no tenía razón de ser: “Lee solo los capítulos que corresponden a Kamachiq” le había dicho a un poeta muy conocido de la ciudad. Éste a pie juntillas obedeció, pero encontró reiteradas veces segmentos que pertenecían al protagonista. Desobedeció. Leyó ambos carriles y le agradó la novela. Por supuesto que hay mecanismos iterativos planteados por el autor. Y esa función iterativa es cumplida con creces por este personaje. Lo que ocurre es que ignora que hay tres maneras de estructurar una narración, por coordinación o encadenamiento, subordinación o intercalación y por alternancia o contrapunto.
En la primera yuxtapone historias, casi independientes, de modo que cuando termina una, comienza otra, por ejemplo “Las mil y una noches”. Pero cuando se incluye una historia dentro de otra se está estructurando por subordinación, por ejemplo “El Quijote”. “La agonía de Kamachiq” se halla en la tercera alternativa, o sea se desarrollan dos historias simultáneamente, interrumpiéndose y retomándose las historias.
¿Y la superestructura ideológica de Kamachiq responde a la posición asumida por el autor?
No necesariamente, pero creo que las ideas epistemológicas de ambas novelas se han agotado. Están cerradas aunque va naciendo la idea de narrar “El retorno de Kamachiq”. Sería un ciclo novelístico muy importante. Lo veremos más adelante. Aunque debo reconocer que los actantes de ambas novelas cumplen funciones ideológicas pero avanzan hacia la configuración final del texto propuesto.
¿Es Ud. marxista?
No. Soy andino. Pero anduve casi toda mi vida con marxistas, por eso algunas de mis concepciones tienen esa isoglosa, esa marca. Pero no puedo negar que usé el método dialéctico para desentrañar la realidad: político, social y cultural. Si yo digo que esta roca tiene vida, ellos no creerán porque pertenece a otra forma de pensar. Si hubiera estado lejos del marxismo posiblemente mis ideas habrían sido más puras, sin contaminación. Por ejemplo, tu ensayo: “El hombre y el cosmos en la concepción filosófica andina” es fruto de tus andanzas en la historia. Si lees “Filosofía Inka” de Juvenal Pacheco Farfán encontrarás que sus cimientos se originan en el marxismo. Sigo creyendo que la filosofía inca se halla en la literatura oral.
Lo acusan de ser fundamentalista, qué puede decirnos al respecto.
Esa idea nace cuando aparecen “La novela puneña en el siglo XX” y “Literatura y violencia en los Andes”, en el primer ensayo se esboza una concepción ideo-estética para analizar los textos producidos en los Andes, es la teoría en sí. Pero en el segundo ensayo es la materialización de esa concepción estética, y cuando hablamos de un hecho ideo-estético nos estamos refiriendo a valores políticos, sociales, culturales, filosóficos, estilísticos, etc.
Pero cuáles son esos ejes del pensamiento andino que tanto erizan los pelos.
Hagamos un resumen de nuestra historia y empecemos con una pregunta: ¿Cuándo se rompió el hilo de nuestra historia? Cuando se asesinó al inca Atahuallpa, allá en Cajamarca. Ese hecho significó la destrucción de la estima colectiva porque se mató al hijo del sol. Políticamente el Estado inca se destruye y culturalmente se desata el etnocidio más cobarde de la historia universal. Desde esa vez, hasta hoy el Perú es inviable. ¿Quiénes crearon la república? Los criollos sin tomar en cuenta a los pobladores de los Andes. Nacimos con el espinazo quebrado. Se creó un Estado sin una nación. Nosotros, desde la literatura, hicimos los esfuerzos necesarios para crear una nueva conciencia. Lo hizo el Grupo Orkopata en su debida oportunidad, oímos la voz del poeta Miranda Luján. Dejamos constancia de nuestra voz en las páginas de la revista APUMARKA. El próximo año se cumple cien años del nacimiento de José María Arguedas, habrá que hacer algo. Y si rescatar y denunciar estos hechos significan construir cierto fundamentalismo, entonces soy un militante de ese fundamentalismo.
Por qué se puso punto final a la revista APUMARKA.
Fue un proyecto que nació en 1997. La idea fue editar doce números y se cumplió. En APUMARKA se puede encontrar diversidad de voces. Nunca fuimos dogmáticos, siempre creí en la libertad del creador: del poeta, del narrador, del pintor, del músico.
¿Hubo problemas durante ese proceso?
APUMARKA tuvo dos épocas. La primera fue financiada por la UNA hasta que aparece Patria Roja en el gobierno universitario, capturan todas las dependencias y me anuncian que ya no se auspiciará la revista APUMARKA por falta de fondos. Llegamos hasta el número 7. En protesta, el número 8 de la revista exhibe en su portada a una desnuda. Para algunos fue un escándalo. Hubo docentes que querían aportar para financiar otra carátula. Les expliqué que la revista ya no era de la UNA. Si bien es cierto que APUMARKA nace en la universidad pero siempre perteneció al GRUSEA (Grupo sur de escritores andinos), ésta fue la segunda época.
Entonces cómo se sostenía APUMARKA.
Con el aporte voluntario del Consejo Directivo, éramos 9 ó 10. Dábamos cien soles y se les devolvía con diez ejemplares de la revista. La edición bordeaba los dos mil soles, al final como director tenía que asumir el costo.
No me ha respondido el por qué de su desactivación porque se podía hacer esfuerzos para seguir editándola.
Por una sencilla razón, nos estábamos asfixiando, necesitábamos oxígeno. Habíamos llegado a un punto vacío. Ya no había ideas nuevas. Entonces buscamos un pretexto: Su financiación. Y se produjo la diáspora. Posiblemente los que dirigimos APUMARKA seamos conscientes de lo que aquí expreso. Necesitamos un poco más de tiempo para continuar investigando. En todo caso, la historia me juzgará.
¿Se considera un outsider de la literatura puneña?
Un outsider es un extraño, alguien que viene de fuera, por lo tanto es un desarraigado. Es posible que mi ausencia de Puno que fue larga y prolongada y que fui hechura de los intelectuales cusqueños: Luis Nieto Miranda, Gustavo Pérez Ocampo, Raúl Brozovich, Ángel Avendaño, etc. haya significado estar ausente en las antologías de José Luis Ayala y de Omar Aramayo. Pero si un outsider es también aquél que va contra la corriente, que cuestiona los principios teóricos que vienen de Europa, la globalización que busca destruir la identidad de los pueblos, la literatura regional marginada, la cosmovisión que impide llegar a la filosofía, etc. entonces soy un outsider. Muchos desearían que haya una sola voz, las voces disímiles asustan. Por eso amo la literatura porque te permite crear una realidad ficticia y en ella te envistes de poder y eliminas lo imperfecto o sea eliminas a quien tienes que eliminar. Por eso me odian los que creen que se hallan retratados en mi obra, particularmente en “La agonía de Kamachiq”
Finalmente, qué opinión tiene sobre la poesía de Padilla.
Leí la traducción de José Luis Velásquez Garambel, pero no los poemas que se hallan en quechua. No soy bilingûe coordinado. Padilla es limeño, no sé si su lengua materna sea el quechua. Si no fuera el caso, podría especular que se estructuró su poesía desde el idioma español. O sea como Rubén Darío. Él escribió su poesía en español, pensando en francés.
Publicado por José Luis Velásquez Garambel
viernes, 5 de marzo de 2010
SI "DIOS" FUERA MUJER
Por: Mario Benedetti
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
Ver el poema recitado en video por Mario Benedetti en:
http://www.youtube.com/user/vencerapueblo#p/u/9/TmBoYC78xGk
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